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Rusia aprovechó la dana para alentar el bulo de que España era un país “sumido en el caos”

Rusia aprovechó la dana para alentar el bulo de que España era un país “sumido en el caos”

El ecosistema de propaganda prorruso aprovechó la dana que arrasó la Comunidad Valenciana el 29 de octubre del pasado año para lanzar una campaña de desinformación contra España, proyectando la imagen de que era un país “sumido en el caos” en el que el Gobierno de Pedro Sánchez utilizaba fondos públicos para seguir asistiendo a Ucrania antes de cubrir “la necesidad real de ayuda” a las zonas afectadas por la devastadora gota fría. Así lo revela el último informe de Seguridad Nacional, al que ha tenido acceso La Vanguardia, en el que se plasma que la Federación Rusa es la principal fuente de amenaza híbrida para España, con una intensificación de campañas de confrontación informativa encaminadas a “incrementar las divisiones sociales y políticas” preexistentes.

El informe, aprobado por el Consejo de Seguridad Nacional en su reunión del pasado 24 de abril, sitúa la vulnerabilidad del ciberespacio y las campañas de desinformación como las dos amenazas para la seguridad nacional que ocupan los puestos más altos en el mapa de riesgos.

El máximo órgano en materia de seguridad nacional asegura que el Kremlim sigue impulsando de manera oportunista campañas de desinformación para tratar de manipular en el debate público no solo el apoyo del Gobierno a Ucrania, sino también la pertenencia de España a la Unión Europea y la OTAN.

Dos hechos aprovechados por activistas pro-Kremlim Las elecciones al Parlamento Europeo y las inundaciones por la dana

El documento de 304 páginas, que aún no se ha hecho público, cita como eventos clave para crear esa confusión que erosione la legitimidad democrática los procesos electorales y las catástrofes naturales. Y en el 2024, año en el que se centra el informe, hubo dos grandes hechos aprovechados por activistas pro-Kremlin: las elecciones al Parlamento Europeo y las inundaciones por la dana.

En las semanas previas a las elecciones europeas se detectaron casi medio centenar de actividades de manipulación e injerencia rusa, alcanzando su punto máximo entre el 6 y el 9 de junio, pero que continuaron incluso después de los comicios.

El patrón operativo observado, tal y como se recoge en el informe, consistió en ataques a la integridad del proceso democrático en sí mismo, con acusaciones de corrupción o ineficacia de las instituciones y con el fomento de la desconfianza en el sistema electoral. Se detectó un pico de injerencia por medios cibernéticos el día anterior a la jornada de votación, pero también la esfera prorrusa hizo esfuerzos postelectorales para “minar la confianza” en los resultados.

El Departamento de Seguridad Nacional también denuncia que el Kremlin ha llevado a cabo campañas desinformativas para tratar de influir, “cada vez de manera más directa”, en los procesos electorales de otros países, tanto de la UE como de fuera de ella, como Moldavia, Rumanía y Georgia. Para ello ha utilizado “todas las herramientas disponibles de su arsenal híbrido” con el fin de evitar la posibilidad de que estos países se incorporen a la UE, o se alejen de esta, como en el caso de Rumania.

En el caso de la dana, el Departamento de Seguridad Nacional apunta a que la órbita de desinformación pro-Kremlin, “con carácter oportunista”, amplificó y adaptó narrativas en redes sociales para “promocionar” la desconfianza ciudadana en las instituciones públicas.

Pese a que no hace referencia expresa a bulos concretos, en aquellos días las redes sociales se plagaron de desinformación: del bulo que afirmaba que el Gobierno estaba concediendo ayudas por valor de 6.000 euros que tendrían que devolverse en tres meses –que Moncloa tuvo que salir a desmentir–, a los mensajes virales descontextualizados en los que se aseguraba que se estaban destinando ayudas a Ucrania y Gaza antes que a Valencia, pasando por las campañas sin precedentes contra organizaciones como Cruz Roja o Cáritas, a las que se acusó falsamente de estar lucrándose con las donaciones ciudadanas.

Cambios relevantes en la desinformación rusa Nuevo modelo para sortear las sanciones de la UE y lograr más difusión de las narrativas

El órgano que asiste a Presidencia del Gobierno alerta de que la desinformación rusa ha experimentado cambios relevantes. Antes de la invasión de Ucrania, la planificación, dirección y difusión de narrativas se desarrollaba mayoritariamente a través de las agencias y medios estatales rusos, pero ahora el Kremlin ha evolucionado este modelo para sortear el efecto de las sanciones de la Unión Europea y para tratar de lograr una mayor penetración y difusión de sus narrativas.

Las campañas han pasado a de­sarrollarse a través de canales no convencionales con un modus operandi más sofisticado cuya trazabilidad hasta su origen resulta más difícil. Uno de ellos es la red de sitios web prorrusos denominada portal Kombat, dirigida también a público en castellano. Su objetivo es la difusión de desinformación orientada a fomentar la división en Europa en torno al apoyo a Ucrania e, idealmente, propiciar un acercamiento a las tesis rusas. También ha sido detectada una red de desinformación prorrusa, denominada Falsa Fachada. Consta de al menos 23 sitios web, aparentemente no asociados al Gobierno ruso, cuyo contenido fabricado, según advierte el informe, es instrumentalizado por el ecosistema del Kremlin para dirigirlo hacia audiencias de países occidentales, incluyendo España.

El Departamento de Seguridad Nacional Alerta del incremento del espionaje ruso a través de “proxies”

El nombre de Rusia no solo se cuela en el apartado del informe relativo a la desinformación. También cobra especial protagonismo en el de espionaje e injerencia exterior, en el que se pone de manifiesto que la actividad de algunos servicios de inteligencia extranjeros continúa siendo una de las “principales amenazas” para España. En concreto, los servicios de inteligencia de la Federación Rusa, que se centran en “obstaculizar el envío de ayuda a Ucrania y sembrar dudas de la conveniencia de mantener el apoyo a este país”. Esta actividad se estaría llevando a cabo mediante “proxies”, individuos ajenos al servicio a los que se capta, instruye y coordina a través de redes sociales o aplicaciones de mensajería instantánea.

Si bien el índice de actividad de los servicios de inteligencia extranjeros cayó considerablemente en el 2022 –año en que el Gobierno expulsó a un nutrido número de diplomáticos rusos tras la invasión de Ucrania–, en el 2024 volvió a subir, alcanzando cuotas previas a la guerra, según los datos que aporta el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Los objetivos principales del espionaje, según revela el informe, siguen siendo organismos públicos, pero cobran especial interés las empresas y entidades públicas relacionadas con la defensa.

lavanguardia

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